Fotografía en gelatina de plata, dos formatos  de 95 x 136 cm c/u
Video HD monocanal B/N,  sin sonido, 6´10”, pantalla de 21 pulgadas
1997 –  2007


El cuerpo humano es la sede, el lugar sensible, el lugar del placer, del dolor, de los deseos, de las fobias, de la experiencia, de la conciencia, de la mente. La corporeidad y la materia del individuo, presentes en su realidad  como un pólipo de coral  siempre abatido por sus propias mareas actuando en ellas, creciendo o decreciendo constantemente, siempre  acercándose a su fin. La piel, su límite, nos habla de esos avatares y en algunos casos de la capacidad  autodestructiva exclusiva de la especie humana.  Mirando la Flor  es expresión de esta capacidad negativa.

Dos fotografías del protagonista de esta obra en dos tiempos de su vida son el centro de la misma, estos momentos separados apenas por algunos años en los cuales el abuso de las drogas acortaron su vida, se muestran en este tríptico al lado de su reacciones registradas en video ante la irrecuperable salud y belleza de la juventud.

Miguel Ángel Rojas
Agosto de 2007

Looking the Flower, 1997–2007

Silver gelatin photograph, two prints
37 ½ x 53 ½ in. each
Single-channel HD B/W video, no audio, 6’ 10” on 21-inch screen
1997–2007


The human body is the sensory place, the seat of pleasure, pain, desire, phobia, experience, awareness, the mind. An individual’s corporeity and material nature are present in his reality like coral polyps felled by the constant ebb and flow of the tides, always nearing their end. The skin, his limit, tells us of those avatars, and in some cases, of the self-destructive capability that is exclusive to the human race. Looking at the Flower is an expression of that negative capability.

Two photographs of the subject of this piece at two different times in his life are the work’s focus: moments separated by a few short years during which drug abuse cut short his lifespan, shown in this triptych alongside his reactions recorded on video when faced with the irretrievable health and beauty of youth.

Miguel Ángel Rojas, August 2007

Translated by Michelle Suderman